lunes, 16 de febrero de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Canturreaba la cigarra
sin pensar en las hormigas
ni en los gusanos rastreros
ni en las feas culebritas.
Se le acabó el verano
musicando y sin prisas
y le llegó el invierno
sin cobijo ni codicia.
Quizá se muera de frío
de pena y de envidia
pero quiero ser cigarra
y nunca ser hormiguita.
Rabia en los tacones , peligro je je je me gusta el poema y los tacones . Besos
ResponderEliminar