cocinando versos: BREVERÍAS DE TOMO Y LOMO III

martes, 21 de abril de 2009

Hay vocaciones naturales.
Vocación de necio,
vocación de mendigo,
vocación de preso
y de no ser querido.

POESIA DE MUJERES

COMO SI NADA
de Eloína Fernández Pérez

Está hecha tu vida
de tal forma,
que todo se te da
y nada tomas.
Está el agua
tocando tus pestañas,
y parece tal vez
que no te importa.

Hay una luna plena
que te besa,
y llorando se va
porque la ignoras.
Está el amor volando cual paloma,
cansada de aletear
frente a tu alma,
y no te duele verlo
morir en la alborada.

Poema Puta
de Carmen González Huguet

No es el reptilque
tienta con su boca ávida
desde el viejo manzano
del bien y el mal.

Ni Lilith
,ni una de tantas
nefandas encarnaciones del pecado.

Ni vedette proletaria,
ni siquierala devaluada y tropical
sacerdotisa de Venus
con que desean confundir
lasus dizque adoradores.

Una mujer al uso,
que se toma, se llena,
se quiebra y se repone
como una pieza más en la vajilla cotidiana
de los hombres;
para que la otra,
la, supuestamente, de lujo
jamás se descascare,
se desdore, ni pierda
el precioso y suntuario
estatus que le da la posesión.

Pero, al cabo,
detrás de la falacia,
ambas se sienten
igual que cualquiera de las dos vajillas:
larga y desdeñosamenteusadas
por un cuerpo que jamás comprenderá
a la piel que lo envuelve.

La misma piel que sabe
que hay un sordo desprecio
aun en el fondo del más hondo deseo
y que hay un resto de humillación
en cada entrega.

Cremallera

sordomudea el abrazo.

la columna me envicia
y ciñe el talle curvo
de la cripta.

arruga el desparpajo
del ombligo
:asunta señal de pertenencia.
lazo que sacrificó hambres
de lunas espantadas.

disfraza rectilíneo
la ruta higiénica desde
mi tercer ojo
hasta el púbico ruedo.

no hay más que este vestido
zurciéndole costillas
al silencio.

bajá la cremallera:
sacame
por favor.

esta mortaja se deshilvana
ante la fábula inmóvil
de tus lágrimas.

Bibiana Poveda- agosto de 2008

MONICA SUHURT

SENDERO DE ESPINAS

La noche cayó de golpe

y me perdí entre la bruma y el llanto.

Apuñalada por el filo de la desconfianza

quedaron muertas mis mañanas.

Arrancaré de mi piel tu nombre,

curaré mis heridas con la sal de mis lagrimas.

La palabra hiere, el silencio mata.

Dejaré mis ilusiones en el pasado

y cruzaré el sendero de espina que me dejaste,

una vez que mis pies sangren tu nombre

se abrirá el cielo y te lloraré en silencio

para que mi boca no vuelva a pronunciarlo

y se perderá tu sombra

en el desierto de mi recuerdo.

cocinando versos

Las tres menos cuarto

martes, 21 de abril de 2009

BREVERÍAS DE TOMO Y LOMO III

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