De noche, de boca,
de oscuro y sangre hervida.
De día, de ojo,
de rosas color mirada.
Del trance de las tinieblas,
del espejo que no refleja,
del vuelo que evapora
la pasión mortificante
del vampiro del amor.
No siempre es de día;
no siempre es de noche;
no suena a concierto,
ni a tecla maldita;
no sabe de luces
ni de ocultos secretos.
Si sale y se esconde
si vuelve y se fuga
si vuela y capea,
los amantes relucen;
les hierve la sangre
la boca a bocados
el ojo desborda
brillo en refracción
No importa el reflejo
no importa la duda
no importa la muerte .
La excelencia de sus almas
ahora les acompaña.
ahora les acompaña.