Las tres menos cuarto

martes, 23 de diciembre de 2008

Anidadas en el mar


Anidadas en el mar
duermen tu alma y la mía
desde que el traidor destino
sumergiera nuestro amor
para ahogarlo sin indulgencia
en el fondo.

Ni olas, ni espuma, ni arena.
nada volvimos a sentir
en el famélico espacio salado
de nuestro océano de olvido
más que obligado.

Profunda noche nos espera
en semejante medio hostil
tal que harapos de placeres
o raídos sentimientos
que no olvidan.

Sólo Dios sabe cuanto amor
se ha quedado en la orilla
esparcido por la playa sin concierto
anegado de olas lentas
sin retorno.

Cuando la noche se haga día
las gaviotas nos traerán
caracolas donde escucharnos
entre tu silencio y el mío
y oiremos.



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