Ciento veintiocho medio polvos
en surtidas y cutres habitaciones
de hoteles húmedos y baratos,
camas de solteros dormitorios
fríos y desastrosos comedores
salones de sofás con ácaros.
Tres tangas perdidos por rojos,
dos destrozados sujetadores
sólo un zapato de tacón alto
una calentura en los morros
y otra genital en los menores,
por demasiado confiados.
Cuatro pesados como el plomo,
el resto, simples espectadores,
un galán muy bien casado,
secuela de un amor doloroso,
y a tres lunas, según los doctores,
el cáncer cerrará el inventario.
en surtidas y cutres habitaciones
de hoteles húmedos y baratos,
camas de solteros dormitorios
fríos y desastrosos comedores
salones de sofás con ácaros.
Tres tangas perdidos por rojos,
dos destrozados sujetadores
sólo un zapato de tacón alto
una calentura en los morros
y otra genital en los menores,
por demasiado confiados.
Cuatro pesados como el plomo,
el resto, simples espectadores,
un galán muy bien casado,
secuela de un amor doloroso,
y a tres lunas, según los doctores,
el cáncer cerrará el inventario.
Un gran poema, felicidades
ResponderEliminarun abrazo
fernando
Un balance muy pobre, será que callas lo bueno,
ResponderEliminarde no ser así... me suena triste
sabiendo esa gran mujer que llevas dentro.
Si es coña marinera... te guardo en la nevera!
Besitos de colores
Jesús
Me gustan esas imágenes de hoteles húmedos, y no solo eso, si no el poema en general. Besos
ResponderEliminarEs un excelente poema, Claudieta. Tiene esa tristeza enorme de la que las mujeres debemos hacernos cargo.
ResponderEliminarUn beso, rubia!!!!
Claudieta,
ResponderEliminarQue bueno el juego que hacer de los número y las sensaciones. Un precioso poema.
Un abrazo
Clarisa
me ha gustado por lo fuerte, por lo intenso, por lo triste.... ah...y por el nombre.
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